Uno de los momentos más esperados por las futuras mamás. La fase de expulsión es muy importante y complicada en la que contracciones y dilatación tienen el peso de esta etapa.

Muchas mamás se preguntan cuál es la manera correcta de empujar en el momento del parto.
Aquí es donde conviene explicar el concepto de “pujos”, que como puedes imaginar, hace referencia a ese esfuerzo o empuje que ha de hacer la embarazada para dar a luz.
Ese esfuerzo es el que permite que el bebé pueda descender por el canal del parto para nacer.
Encontramos dos tipos de pujos.
PUROS ESPONTÁNEOS
Como su propio nombre indica, el pujo espontáneo es aquel que se lleva a cabo sin ningún tipo de directriz médica, “lo que el cuerpo te pida“. Nuestro cuerpo es inteligente y muchas mamás perciben cuándo deben empujar y cuándo deben detenerse. Este tipo de pujos suelen ser más cortos y enérgicos.
PUROS DIRIGIDOS
En el caso de los pujos dirigidos, el personal médico dirige el proceso del alumbramiento. En función de la monitorización se indica a la madre cuándo ha de empujar. Aquí la famosa epidural tiene todo el protagonismo.
Una vez se aplica esta anestesia, la mamá no percibe las contracciones y por tanto, no siente la necesidad de realizar el pujo.
¿CUÁL ES LA MEJOR MANERA DE PUJAR?
Cuando acudes a las clases de preparación al parto, nos hablan sobre estas dos formas de pujar y los pros y contras de cada una.
Independientemente de la forma de hacerlo, hay algunas recomendaciones que consideramos correctas para guiar este proceso:
- Asociar pujo con contracción.
- Contracción del abdomen y empujar hacia abajo.
- Controlar la respiración.
Acude a clases de preparación al parto y no te quedes con dudas. Los expertos sabrán orientarte e informarte de todos los detalles de cada tipo de pujo.
En Sanus Fisioterapia podemos aportar nuestro granito de arena preparando tu cuerpo y mente para el parto con nuestras clases de pilates para embarazadas.
Jose Luis Cruz Siles