Cuidar tu postura en la oficina.
Mantener una posición estática prolongada presenta consecuencias para el cuerpo y su postura, la musculatura se debilita, empezamos a adoptar posturas incorrectas. Al mismo tiempo permanecer tantas horas sentados, la circulación sanguínea se ve dificultada y con el tiempo puede provocar problemas circulatorios, como las varices.
El trabajo en oficina, implica una jornada completa manteniendo posturas estáticas y utilizar constantemente el ordenador, donde generalmente adoptamos malos hábitos posturales. Por ello proponemos, una serie de estiramientos para prevenir dolores y sintomatología provocada por estos malos hábitos posturales y lidiar dentro de lo posible las consecuencias de un trabajo estático tantas horas; ya que está comprobado que los estiramientos mejoran la flexibilidad, disminuyen el riesgo de contracturas (mejorando la tensión muscular), mejoran la circulación y disminuyen el estrés del día.
Cada estiramiento lo mantenemos 15-30 seg., 3 series, al menos una vez en el horario laboral.
Fibras superiores del trapecio.
Ayuda a eliminar tensiones en esta zona y otros músculos de la zona del cuello. Con hombro descendido y relajado, inclinamos la cabeza hacia el lado contrario a estirar (pegamos la oreja al hombro contrario), la flexionamos ligeramente hacia delante y rotamos hacia el lado de la musculatura (miramos hacia el lado a estirar).
Esternocleidomastoideo.
Igual que el estiramiento anterior, pero extendemos la cabeza (la dejamos caer ligeramente hacia atrás).
Zona posterior cervical.
Debemos notar un estiramiento de la musculatura de la espalda en la zona de la columna cervical (la sensación de estiramiento debe llegar hasta la parte posterior del cráneo). Para ello colocamos nuestras manos entrelazadas detrás de la cabeza y llevamos la cabeza a flexión (el mentón se quiere meter hacia el esternón).
Pectorales y musculatura anterior del hombro.
En este ejercicio es muy importante mantener el hombro relajado, para no sobrecargar trapecios. Este estiramiento nos ayuda a corregir la postura de hombros caidos hacia delante y la cifosis dorsal (aumento de curvatura de la zona torácica).
Extensores de los dedos y muñeca (parte externa y posterior del antebrazo).
Este estiramiento es el idóneo para problemas de epicondilitis o personas que trabajan mucho tiempo con muñecas y dedos, como por ejemplo con el ordenador.
Sentado con la espalda recta y hombros relajados, extendemos el codo con la palma de la mano mirando hacia el suelo, con la otra mano entrelazamos los dedos juntando palma-palma por la parte de fuera del brazo a estirar y forzamos el giro del antebrazo hacia adentro con flexión de muñeca hasta sentir tensión en la zona externa y posterior del antebrazo.
Jose Luis Cruz Siles