diciembre 29, 2016 / por Jose Luis Cruz Siles / No hay comentarios

La importancia de la fisioterapia de suelo pélvico.

Cuando hablamos de suelo pélvico o de rehabilitación del suelo pélvico, siempre pensamos en embarazadas, postparto o personas mayores que presentan incontinencia urinaria, prolapsos o ambas.

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Cada vez este tipo de problemas afectan a personas más jóvenes, ya que existen factores de riesgo que pueden desencadenar disfunciones perineales futuras por debilidad del suelo pélvico, que no es capaz de soportar el estrés de presión abdominal y perineal que implican algunos deportes, malos hábitos o algunas posturas corporales, entre otras). Estos factores de riesgo los podemos clasificar en dos grupos:

Factores de riesgo más habituales:

  • Embarazo (sobre todo tras un parto vaginal)
  • Menopausia
  • Cirugia ginecológica.

Factores de riesgo menos habituales (pero no por ello menos importantes):

  • Eneuresis cuando eras pequeño durante un periodo de tiempo muy prologado.
  • Estreñimiento crónico o necesidad de empujar para defecar.
  • Levantar peso con regularidad.
  • Deportes de alto impacto (que impliquen saltos o carrera), practica de abdominales hiperpresivos (los habituales)
  • Dolores zona lumbar, pélvica o ambas.
  • Eneuresis cuando eras pequeño durante un periodo de tiempo muy prologado.
  • Estreñimiento crónico o necesidad de empujar para defecar.
  • Levantar peso con regularidad.
  • Deportes de alto impacto (que impliquen saltos o carrera), practica de abdominales hiperpresivos (los habituales)
  • Dolores zona lumbar, pélvica o ambas.

Si la actividad física o trabajo que realizas de forma regular es una actividad hiperpresiva o es un deporte de alto impacto (como deportes con saltos o running), debes acudir a una revisión de suelo pélvico, para realizar una exploración fisioterápica para poder establecer un plan preventivo (a través de un entrenamiento del suelo pélvico y la faja abdominal). Este plan preventivo nos ayudará a conseguir una faja abdominal capaz de amortiguar los aumentos de presiones en la cavidad abdominal y un buen sostén se suelo pélvico capaz de soportar todas las presiones enviadas a esta zona, para reducir la posibilidad de padecer debilidad de suelo pélvico en el futuro, que pueda derivar en incontinencia o prolapso.

“SALUD, eso que cuando se tiene,  no se valora y que se valora solo cuando no se tiene”

David Fischman